31.12.14

Un nuevo año

Esta ha sido una de las publicaciones que más he pensado en cómo escribir...  Al final, en lugar de escribir una larga reflexión sobre la tristeza y la felicidad, sobre la vida y la muerte, la lejanía y la cercanía; en lugar de todo eso, he decidido algo más simple y que a su vez llegue a todos, sin importar nuestros rasgos, condición física, social, emocional, económica o religiosa... sin importar el nombre del Dios en el que creemos, ni si quiera si creemos en alguno.  Aquí elevo esta oración junto a mis mejores deseos, hacia todos los seres que habitamos este planeta... 

Que todos los seres que existen,
Débiles o fuertes,
Largos, grandes, medianos
Bajos, pequeños o gruesos,

Que todos los seres que existen,
Conocidos o desconocidos,
Cercanos o lejanos,
Nacidos o por nacer,
Que todos los seres sin excepción estén felices.

Que nadie engañe ni desprecie a otra persona en ningún lugar;
Que no desee el daño de los demás con enojo.
Así como una madre protege a su única hija o hijo a costa de su propia vida,
De la misma forma uno debe cultivar un corazón sin límites hacia todos los seres.

Que los pensamientos de amor llenen todo el mundo,
Arriba, abajo y a lo largo;
Sin ninguna obstrucción, sin odio, sin enemistad.
Parada, caminando, sentada o acostada, mientras despierta,
Una (persona) debe cultivar esta meditación de amor.
Su vida traerá el cielo a la Tierra.
Namu Amida Butsu.
Oración Budista del Amor Universal (Metta)



Templo Mulagandha Kuty Vihara. Sarnath, India.

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